LUZ: Teniendo en cuenta que es una planta tropical, podríamos caer en el error de creer que necesita luz directo. Y nada más lejos de la realidad. El cóleo demanda muy buena luz, pero siempre de forma indirecta. Y no es algo negociable: tanto la salud de la planta como el colorido de sus hojas depende en gran medida de la cantidad de luminosidad que reciba.

Tanto el exceso como el defecto de luz pueden pasarle una seria factura a nuestro cóleo. Si lo exponemos a sol directo, sus hojas se quemarán. Si está en un espacio poco luminoso, perderán color e intensidad; e, incluso, pueden llegar a caerse.

 Regar :de manera correcta, el más delicado de los cuidados del cóleo

Llegamos al punto de los cuidados del cóleo que tendremos que vigilar de cerca. Porque, aunque pensemos que por ser tropical demanda mucha agua, no es así: tan solo necesita tener el sustrato siempre ligeramente húmedo. Durante los meses de invierno, lo ideal es reducir la pauta de riego. Sin embargo, en los meses de verano tendremos que incrementarla.

Sustrato: para plantas ácidas

Por su composición, un sustrato ácido es beneficioso para el cóleo. Descubre su composición

Mucho cuidado con encharcar nuestro cóleo. De hacerlo, es probable que se pudran las raíces. Por eso y además de escoger un sustrato que favorezca la evacuación de agua y rico en materia orgánica, es fundamental elegir correctamente entre los distintos tipos de macetas. La ideal para el cóleo: una de barro.

Abono: forma regular y en el momento adecuado, importante para su crecimiento

El cóleo es exigente en lo que respecta a los nutrientes. Si bien no necesita un sustrato rico, sí demanda un abonado regular.

Abonar, uno de los cuidados del cóleo más importantes

Una dosis regular de abono en los meses de buen tiempo promoverá el crecimiento de nuestro cóleo. Compra aquí nuestro abono líquido universal

Para promover tanto su crecimiento como el vigor de sus colores, es fundamental aplicar un abono líquido en el riego cada quince días durante los meses de primavera y verano.

Podar una vez al año, motor para su desarrollo

El otoño es la época ideal para llevar a cabo esta tarea. Podar facilita darle ese porte frondoso tan llamativo del cóleo. Lo ideal es pinzar aquellas hojas que veamos espigadas y que tengan al menos entre 15 y 20 centímetros.

Y por cierto: cuando tu cóleo florezca, elimina las flores. No tienen mucho valor estético y restan vigor a la planta.