Luz: aunque es muy resistente, lo ideal es colocarla en lugares con mucha luz porque, al ser de crecimiento lento (solo crea 3-4 hojas nuevas al año), las hojas no tendrán fuerza y les costará crecer rectas y erguidas.

Temperatura: la ideal está entre los 15 y los 20 °C, aunque en verano puede aguantar bien temperaturas de 30º. Evita las corrientes de aire.

Riego: Si la quieres mantener vigorosa, no riegues en exceso y solo cuando la tierra esté seca. En invierno, solo necesita agua una o dos veces al mes, siempre dependiendo de la temperatura del ambiente interior. Debemos considerarla como una planta suculenta, de manera que solo hay que regarla cuando el sustrato esté seco. El exceso de agua puede ocasionar la pudrición del rizoma (tallo subterráneo con diversas yemas que crecen de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos). No le gustan los ambientes húmedos, así que es preferible evitar la pulverización o nebulización de agua.

Trasplante: si la maceta se ha quedado pequeña, lo ideal es que la pases a una más grande cuando empieza la primavera, entre marzo y abril. Para asegurar un buen drenaje es recomendable colocar en el fondo de la maceta unos trozos de barro cocido o piedras que evitan que el sustrato quede completamente encharcado. Si no se trasplanta, es aconsejable renovar el sustrato superior: retira 3 cm del sustrato superficial y pon tierra nueva.

Abono: aplica abono cuando las temperaturas comiencen a subir de forma estable (a finales de la primavera y principio del verano) y hazlo una vez al mes hasta que comiencen a bajar las temperaturas de nuevo (otoño).

Poda: la sansevieria o lengua de gato no requiere que se pode, pero es recomendable quitar las hojas secas para evitar enfermedades.

Cuidados adicionales de la sansevieria: procura no tocar las puntas de las hojas, ya que son sensibles y pueden estropearse con facilidad.

Sansevieria

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Luz: aunque es muy resistente, lo ideal es colocarla en lugares con mucha luz porque, al ser de crecimiento lento (solo crea 3-4 hojas nuevas al año), las hojas no tendrán fuerza y les costará crecer rectas y erguidas.

Temperatura: la ideal está entre los 15 y los 20 °C, aunque en verano puede aguantar bien temperaturas de 30º. Evita las corrientes de aire.

Riego: Si la quieres mantener vigorosa, no riegues en exceso y solo cuando la tierra esté seca. En invierno, solo necesita agua una o dos veces al mes, siempre dependiendo de la temperatura del ambiente interior. Debemos considerarla como una planta suculenta, de manera que solo hay que regarla cuando el sustrato esté seco. El exceso de agua puede ocasionar la pudrición del rizoma (tallo subterráneo con diversas yemas que crecen de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos). No le gustan los ambientes húmedos, así que es preferible evitar la pulverización o nebulización de agua.

Trasplante: si la maceta se ha quedado pequeña, lo ideal es que la pases a una más grande cuando empieza la primavera, entre marzo y abril. Para asegurar un buen drenaje es recomendable colocar en el fondo de la maceta unos trozos de barro cocido o piedras que evitan que el sustrato quede completamente encharcado. Si no se trasplanta, es aconsejable renovar el sustrato superior: retira 3 cm del sustrato superficial y pon tierra nueva.

Abono: aplica abono cuando las temperaturas comiencen a subir de forma estable (a finales de la primavera y principio del verano) y hazlo una vez al mes hasta que comiencen a bajar las temperaturas de nuevo (otoño).

Poda: la sansevieria o lengua de gato no requiere que se pode, pero es recomendable quitar las hojas secas para evitar enfermedades.

Cuidados adicionales de la sansevieria: procura no tocar las puntas de las hojas, ya que son sensibles y pueden estropearse con facilidad.